lunes, 16 de junio de 2014

17. Historia Moderna, Inglaterra; Revoluciones inglesas: la Gloriosa

A) Gloriosa revolución
Alusión a opinión de la época "El rey (Carlos) podría comprender las cosas, si quisiera; el duque (Jacobo) querría comprenderlas si pudiera".
   A.1) Introducción
   La subida al trono inglés de Jacobo II -1665- como candidato católico después de más de 150 años de escasez de éstos, supuso el retroceso en la causa anglicana, cuya frágil hegemonía había instaurado su hermano, Carlos II ante el puzzle territorial y religioso que le había legado a su familia la última reina Tudor, Isabel.
   Aunque sus primeros pasos como soberano estuvieron marcados por una tolerancia y un intento de confraternizar por la Iglesia nacional, ésta no permitiría su  menoscabo o aislamiento del foco de poder que suponía la Corona. Por ello, por el acceso a las instituciones del núcleo católico, así como la derogación de los Test Acts -prohibición del desempeño de cargos públicos por católicos- y el Habeas Corpus -garantes de la libertad inglesa-; las campañas de descrédito contra anabaptistas, presbiterianos y cuáqueros, fijarán el punto de inflexión en las relaciones. La Iglesia no sería el único adversario del nuevo monarca, el ministro Halifax, herencia del reinado de su hermano, se opuso a sus reformas, lo que conlleva su deseada destitución; mientras, el duque de Monmouth, el bastardo real, empujaba a Jacobo a solicitar ayuda financiera del Parlamento para sofocar a los insurrectos que apoyaban su candidatura, lo que fue aprovechado por el soberano para instaurar un ejército permanente a su servicio para garantizar su seguridad personal. Aunque el Parlamento no aceptó la pérdida de libertades inglesas, el aplazamiento de la asamblea dejó entrever un deje a su hermano que sin duda alarmó a los parlamentarios.
   A.2) Antecedentes
     El papel de Jacobo tras la caída en desgracia de Cromwell y el ascenso al trono de su hermano fue como brazo ejecutor de éste bajo los títulos de duque de York, Albany -Escocia-  Normandía -concedido por su primo, Luis XIV de Francia- y Lord Almirante, título que debió abandonar tras abrazar la fe católica en 1668. Ello conllevaba, no sólo la insubordinación al monarca, sino la obtención de numerosos enemigos que no se disiparon aún permitiendo que los descendientes de su primer matrimonio -Ana y María- se educaran como protestantes.
    Los problemas sucesorios de su hermano se convirtieron rápìdamente en un asunto de Estado; si el monarca no podía tener descendencia la Corona debía pasar al siguiente. Ello provocó reacciones inmediatas que ni las nupcias de la hija de Jacobo, María, con Guillermo III de Orange -protestantes ambos- calmaron. Tal era la situación que partió hacia Bruselas mientras la sucesión seguía siendo la comidilla del Parlamento; sus miembros incluso se plantearon saltarle de la línea sucesoria, entregándole la Corona al bastardo de su hermano -duque de Monmouth- pero antes que todo ello fuera posible Carlos II disolvió el Parlamento obligando a su heredero, su hermano, a regresar a Inglaterra. Ante ésto, acontece el Rye House Plot -1683-, un complot protestante que buscaba asesinar tanto al monarca como a su hermano; el conocimiento de éste sólo hizo aumentar las simpatías de ambos personajes, haciendo incluso que Jacobo se alzara con el liderazgo de los Tory, a los que acabará traicionando, y se le restableciera el título de Lord Almirante.
   El duque de Monmouth fue un joven petulante que consciente de su rango, a pesar de su no reconocimiento, vivió fuera de Inglaterra, disfrutando de los placeres de la vida holandesa; a la muerte de su padre, el soberano, regresó a Inglaterra -por ánimo de los exiliados wights -con la esperanza de conseguir apoyos en la isla. Aún habiéndolos conseguido, no pudo plantar cara al ejército profesional de su tío. En mitad de la confrontación huyó, siendo hallado dos días más tarde calado y hambriento. Al presentarse ante Jacobo actuó con gran humildad, antes claro que observara que no iba a conseguir sus objetivos, cuando  esto ocurrió abandonó la sala menospreciando la rigurosa etiqueta. El 15 de junio sería conducido al patíbulo de Tower Hill y sentenciado por traición.
   A.3) Reinado
    Con el fallecimiento de Carlos, católico por los pelos, Jacobo II subió al trono en febrero de 1685. En junio del mismo año, los exiliados wighs en Holanda alentaron la conocida rebelión de Argyll en Escocia, pero su poca homogeneidad supondría su caza por el juez Jeffrey y las tropas del monarca.
   El juez Jeffrey es considerado uno de los personajes más oscuros de la Historia inglesa. Se le confió la tarea de interrogar a los participantes de la revuelta, por lo que dejó tras de sí una estela de odio y sufrimiento que sería interpretado, el contexto, por el historiador Thomas Babington Macaulay "Ningún rey de Inglaterra ha demostrado tanto rigor como Jacobo II, y el juez Jeffrey actuaba en la medida de sus deseos". Jacobo no quedó tampoco bien retratado por la historiográfía,  Charles Firth escribió "Jacobo tenía un carácter glacial, rencoroso y agresivo. Resulta imposible demostrar que el monarca no estuviera al corriente de la situación de Jeffreys en las comarcas occidentales y que hubiera, en caso contrario, desaprobando su conducta". Sus modos comenzaron atemorizar a los Parlamentarios, en él veían a un mal imitador de su despótico primo e, incluso, un modelo menos polémico de Enrique VIII de Inglaterra.
   Tras sofocar la rebelión, Jacobo optó por fortalecer su poder militar ante el miedo de futuros movimientos, éstos no se hicieron esperar, llegando a su culmen en el año 1688. El Parlamento y sus facciones, los wighs y los tories, estaban polarizados y divididos en razón de los intereses personales, sin mostrar un objetivo común, era tal el estropicio que muchos de ellos mantuvieron lealtales dobles y contrapuestas -como es el caso de Lord Halifax-. Ello no mejoró con el acceso del núcleo católico. Pero el verdadero detonante lo hallaremos en el nacimiento de Jacobo III en 1688. Después de numerosos abortos, María de Modena consiguió alumbrar a un heredero varón, lo que aseguraba un nuevo sucesor católico. Ambas facciones del Parlamento comenzaron a fomentar los lazos con Guillermo de Orange, gracias a valedores como los exiliados encabezados por John Locke, quienes le hicieron llegar una misiva que pedía la intervención en Inglaterra.
   El 22 de octubre de 1688, exiliados y diplomáticos holandeses firmaron el acuerdo de Magdeburgo, por el que comprometieron a Brandemburgo, Sajonia, Hannover, Hessen-Kassel y Dinamarca a favorecer la invasión de Inglaterra por Guillermo de Orange. La importancia de este movimiento estratégico reside en la ocultación; Guillermo era la cabeza opositora al expansionismo francés, si partía para atender los asuntos ingleses Luis XIV no encontraría barreras para seguir adquiriendo y atacando principados alemanes y ciudades holandesas; por ello se lanzó un ataque al ejército francés en el Rin, éstos, enfrascados en la batalla no se percataron de que barco de Guillermo marchaba hacia Inglaterra. Cabe destacar que Orange no obtenía grandes beneficios personales de ello; si, conseguía ser soberano, pero lo sería de un reino arbitrado, su fin era romper las relaciones de Versalles con Jacobo, así lograr una poderosa alianza para luchar por las libertades europeas, cada vez más amenazadas por Luis XIV.
   Mientras en Inglaterra, los tories y los wighs inundaban las calles de panfletos exaltando el descontento del pueblo e incitando a la organización. Con el ambiente ya encendido el ejército invasor plantó cara al inglés que lo triplicaba (15.000/40.000), sin duda la moral del monarca cayó al ver a su favorito, Churchill, desertar para unirse al enemigo. Ante los numerosos frentes abiertos, Jacobo II atendió las demandas de Guillermo de Orange, destituyendo inmediatamente a los católicos de los cargos públicos y militares, invocando el perdón general y convocando al Parlamento. Pero sus promesas ardieron, literalmente, una semana después reemprendió la guerra y trasladando eso sí a su persona fuera de peligro. Antes de ello tiró el sello real al Támesis, atando de pies y manos al Parlamento en una precuela de Guerra Civil.
   El Parlamento trabajó frenéticamente en busca de un precedente legal, el cual encontraron. Halifax liderando a los Lores constituyó una nueva comisión mientras los wighs y los tories continuaban deliberando.
   Las opciones que se barajaron para suplir el vacío de poder fueron numerosas, pero la elección final sería una monarquía electiva que incapacita por tanto a Jacobo II, declarando regentes de su heredero a Guillermo y María. Mientras el pueblo reflejaba la polarización de opiniones del Parlamento; ateniéndose a numerosos documentos legales y tras muchas deliberaciones, la huída del monarca se consideró la disolución de su gobierno, siendo sus sucesores María y Guillermo, coronados el 23 de febrero de 1689.
   El documento que reglamenta las relaciones entre el Parlamento y la Corona se denominó Bill of Rights, acuerdo que garantizaba la libertad de prensas sin censura real, el carácter no permanente del ejército, el control fiscal por parte del Parlamento, la división de poderes en dos, legislativo y ejecutivo y, la libertad y propiedad individual. En otras palabras era el arbitraje que ningún otro monarca hasta entonces había aceptado.
   Las actuaciones de Jacobo supusieron el acrecentamiento de un influjo anticatólico y la centralización económico, con el consecuente desequilibrio interregional. La oposición católica no afincó en Escocia e Irlanda dando lugar a numerosos conflictos que no finalizaron hasta 1691 pero y gracias a los nuevos monarcas, Inglaterra se encaminaba hacia el puesto de liderazgo que le correspondía entre las potencias europeas, ya sea por potencial propio o por haberse nutrido de unas Provincias Unidas, delegadas a un segundo plano, Inglaterra conseguiría el gran sueño de Jacobo II, desbancar a Francia y sin tener que convertirse al catolicismo.
B) Bibliografía
  • Voltaire (1954) El siglo de Luis XIV. México: Fondo de Cultura Económica.
  • Floristan, Alfredo, (2012) Historia Moderna universal. De Barcelona. Ariel.
C) Vídeos recomendados
  • https://www.youtube.com/watch?v=ZpeG4DJZZ-o


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