viernes, 28 de febrero de 2014

5. Historia Contemporánea, Española; Restauración Borbónica (desarrollo básico Bach)

Restauración Borbónica en España 

     El precedente histórico que marcaría la Restauración Borbónica sería el fin del Sexenio Revolucionario, propiciado por la fragmentación de la experimental y perecedera 1º República española. 
     Tras la abdicación de Isabel II a favor de su hijo Alfonso XII, un gran grupo de militares y políticos comenzaron a plantearse la posibilidad de la Restauración Borbónica en España, que gracias al trabajo de Antonio Cánovas del Castillo dicha idea fue calando en la sociedad del momento, que buscaba la estabilidad de antaño. Todo esto sería un hecho a raíz del golpe de Estado llevado a cabo por el general Arsenio Martínez Campos, quien con ayuda de Cánovas ideólogo del manifiesto de Sandhurst, lo consiguió en diciembre del '74. 
     Esto devolvería al país a un sistema católico que buscaba la estabilidad política. La consecuencia de ello sería el sacrificio de libertades políticas con el fin de obtener un sistema político bipartidista.


       Los grupos conservadores liderados por el malagueño Antonio Cánovas del Castillo aceptan esta nueva estructura política para poner fin a las revoluciones democráticas, temiendo que pudieran desencadenar el caos del periodo anterior. Ello supuso para España 40 años de estabilidad política. Aclarando que aunque las revoluciones democráticas en la actualidad suponen (normalmente) un avance, en la sociedad del momento, la cual buscaba distanciarse de las ideologías más liberales y estabilizarse para volver a lo conocido, son completamente opuestas a los propósitos del gobierno. 
    Ellos pretendían redactar una constitución bipartidista, para poner fin a la etapa de "exceso de liberalismo" como fue denominada por los grupos conservadores y poner fin a los conflictos en Cuba y los dirigidos por los carlistas, los cuales siguen luchando por su causa perdida. 
    Tuvieron que luchar contra abundantes levantamientos civiles, contra la intrusión de militares a la acción política como se vió anteriormente con Narváez y Espartero, entre otros y contra el partidismo moderado, donde cabe destacar que aunque Cánovas fuese líder de estos grupos conservadores quería evitar la superioridad política que podría volver a reavivar problemas extinguidos tras el sexenio (coalición). 
    El 30 de junio de 1876 se promulgó la primera constitución democrática española. La primera medida de esta nueva constitución sería convocar unas cortes constituyentes, esas cortes serían bicamerales, con un senado formado por designación real y un congreso elegido por sufragio directo. 
    De esta constitución podemos destacar cinco puntos; primero, influencia del "liberalismo doctrinario", estos ideales tenían lugar en el reinado de Isabel II, de la mano de Mendizabal. Esto reportaría un sufragio censitario y una soberanía compartida por el rey y la nación. Segundo, su carácter conservador visible en su apoyo a las instituciones tradicionales como la iglesia y la monarquía, esta última se caracteriza por ser superior, permanece e incuestionable además de sustentar aún amplios poderes.Tercero, las características del sufragio irán "evolucionando" con el beneficio de más votantes, en 1878 se consideraba sufragio censitario pero en 1890 cambia a sufragio universal. Cuarto, se garantiza una amplia declaración de derechos tanto de la imprenta (libertad de prensa) como en los derechos del ciudadano (opinión, expresión, reunión y asociación) aunque comparándolos con el sexenio, estaban gravemente restringidos. Quinto, el estado español se declara católico, por lo que defiende a la iglesia tanto social como económicamente pero también señalaba que se tenían que respetar el resto de religiones. 
   Conclusión, con los carlistas y los cubanos pacificados, España conoció la paz y el desarrollo gracias a la ayuda de Cánovas del Castillo,quizás el mayor político español de todos los tiempos (opiniones aparte).
   El cuerpo político de este periodo estaba formado por Cánovas y su opositor, elegido por el mismo, Sagasta. Estos contrincantes representan a los dos únicos partidos ,conservadores y liberales, estos últimos denominados izquierda dinástica. Buscaba centralizar las ideologías con dos únicos requisitos aceptar la monarquía y aceptar la alternancia política entre ambos bandos. 
    Tenían todos los requisitos para gobernar un país políticamente, pero no hubo una verdadera democracia, tampoco la sociedad la demandaba (fuera de los grupos más revolucionarios). El sistema estaba basado en la alternancia política asegurando así una legislatura liberal seguida por una legislatura conservadora arbitrada por el monarca . 
    Las características ideológicas de ambos se resumen en monarquía, constitución, propiedad privada y estado libre, unitario y centralizado.Todo esto gracias al apoyo de las elites económicas. Donde podemos observar las diferencias en las características es en sus actuaciones, los conservadores defendían el sufragio censitario, el Estado católico y conservar la tradición por lo contrario la política liberal se caracterizaba por sufragio universal, estado laico y reforma social. Pero en sus actuaciones era visible el acuerdo tácito que existía entre ambos bandos.

    El fenómeno caciquista aseguró la alternancia política durante 20 años por la influencia social y económica que procesaban los caciques. Se dió sobre todo en Andalucía, Castilla y Galicia.Los caciques solían ser personas notables que se valían de tretas y de chantajes para conseguir sus propósitos, esto se podía observar en tretas como en impuestos, informes y problemas burocráticos. Tácticas como el falseamiento del censo, manipulación de actas, compra de votos y coacción, hicieron que hasta los difuntos votasen y nunca mejor dicho.A esto se le denominó pucherazo. 
    La Restauración Borbónica se desarrolló entre 1876 y 1898. En este periodo se sucedieron 10 legislaturas, 6 conservadoras y 4 liberales.Tras la muerte del monarca en 1875 ambos bandos se unen apoyando a la nueva regente de España, María Cristina. Sus enemigos serían, como no, republicanos y carlistas. 
    No está muy claro si para la regente fue una desgracia o una oportunidad la muerte del monarca, pasó de ser la segunda esposa, siempre a la sombra del gran amor del rey, su prima María de las Mercedes, a vientre de alquiler mientras veía nacer a los hijos ilegítimos del rey, a por último regente de España y madre del sucesor al trono. 
    Para destacar aún más el rango cambió su nombre de María Cristina de Habsburgo a María Cristina de Austria, el cual vino con una corona bajo el brazo, fuese Borbón. 
    Se tiende a comparar la regencia con un periodo liberal, "el gobierno largo de Sagasta" del 85 al 90. Destaca la obra reformista de esta legislatura que alude a la ley de asociación de 1887, "desintegración" de la esclavitud en 1888, a las reformas militares y hacendísticas, Código Civil de 1889 y, por último, los juicios por jurado, una modalidad implantada en países como Estados Unidos, que persigue la integración de la sociedad en la justicia, en España en la actualidad ha habido varios movimientos proponiéndolos, hoy por hoy no han dado resultado. 
    Dentro de la obra reformista nos encontramos el sufragio universal masculino, para mayores de 25 años, aumentando así el número de votantes, una medida de cara al público muy prometedora, pero, el fraude y la corrupción seguían en el escenario. 
    El final político de la Restauración, se dio gracias a la influencia personalista visible, la sustitución de Sagasta por el Conde de Romanones. El golpe de gracia fue la muerte del personaje más influyente la época, Antonio Cánovas del Castillo. 
    Aunque una gran mayoría de la opinión historiográfica lo denomina sistema democrático, porque mantuvo, aunque fuese ficticiamente, la estabilidad institucional y el turno político, otros lo consideran no válido por el acuerdo tácito. Mientras sus detractores se acogen a que había representación parlamentaria. 
    No podemos olvidar que el concepto de democracia se centra en el poder del pueblo o nación, una Constitución, una institución y un turno político. Los últimos años de la restauración estarán marcados por la desconfianza, desinterés y absentismo de una nación que sabía que sus votos eran en vano. 
    Todo esto se añadiría a los levantamientos en Cuba, que produciría una crisis en el sistema en 1898, marcando así el fin de la restauración. Esta serie de conflictos favoreció el inicio de la dictadura de Primo de Rivera (‘98-’23).

Bibliografía:

-Concostrina, N. 2010. Menudas historias de la historia. Madrid: La Esfera de los Libros.

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